Los círculos de lectura, el medio para el hábito de la lectura.
Fuente: Literatura Libre (Blog sobre lectura y proyectos editoriales)Los círculos de lectura como una herramienta o técnica para tonificar no meramente en exclusiva el acto de los hábitos de la lectura y los embates que acompañan en consecuencia la destreza de la discusión, el análisis, la observación, la libertad de expresión, el cooperativismo entre iguales (personas), fluye el dinamismo en la ampliación entre la dualidad sobre la adquisición que engloba una destreza para expander la comunicación (externar a través del lenguaje oral: pensamientos, raciocinios, sentimientos) de un individuo y además poseer la característica de la tolerancia para escuchar las deducciones que compartan los demás.
En buena medida los círculos de lectura han ofrecido las competencias necesarias que los tiempos actuales exigen de manera alarmante a los individuos que conforman el inicio de los albores de un siglo XXI. Hombres y mujeres tonificados a la merced de los influjos de la creatividad, la lógica, el ejercicio de la racionalidad, el ejercicio de la comunicación entre pares, pero sobre todo y más importante aún el cariño y el amor incondicional y personal por el hábito hacia la lectura. En cuestión los círculos de lectura son una herramienta clave que pueden tomar como ejemplo docentes, instructores e incluso padres de familia.
Las limitaciones no existen para quién se encuentra comprometido para elevar el gravísimo y pésimo lugar que México tiene a nivel mundial a lo que concierne a los hábitos de lectura. Pero deduciendo, ¿en sí que es un círculo de lectura?, ¿se debe contar con una infraestructura de alta tecnología para llevar a cabo las sesiones de lectura?, ¿se debe tener una limitación en base a los temas a elegir?.
Con respecto a el significado en sí de la connotación que encuadra el concepto de círculo de lectura se puede deducir que es la acción de dos o más personas (los expertos señalan 20 como máximo) en compartir un espacio determinado, donde los individuos se coloquen de una manera donde impere el establecimiento del contacto visual entre los integrantes y darse la oportunidad para compartir textos como fragmentos de poesía, relatos cortos (cuentos), fragmentos de novela, pensamientos, etc. Provenientes de la inspiración de algún determinado escritor (a), para posteriormente crear un espacio de tiempo y generar una charla con el propósito de intercambiar impresiones, perspectiva y puntos de vista por parte de los participantes.
Se recomienda que exista un interlocutor con cierta experiencia para dirigir las sesiones de los círculos de lectura, en este caso, sin enfocaríamos a una determinada etapa o nivel de educación (sea desde preescolar hasta el nivel superior) que sea el (la) docente quien dirija en especial enfásis la plegaria o intercambio de pensamientos.
Con el aspecto de que sí es de vital necesidad el poseer una infraestructura con todo el equipamiento que pueda formar parte de un determinado espacio, en realidad no es en sí necesario, basta con el hecho de implementar las sesiones de una manera programada, con un horario organizado y determinado para llevar a cabo en una aula de clase, e incluso en la propia biblioteca del plantel educativo sea con un grupo en especial o con una convocatoria masiva para toda la comunidad estudiantil. Aquí dependerá de la visión del docente, administrativo que formen parte como base de un determinado plantel.
Con el aspecto de la elección de temas, en definitiva el interlocutor debe ser en suma cauteloso para enfocar los tópicos que se tratarán. Debemos recordar y hacer hincapié que existe una pluralidad de opiniones y formas de pensar, con criterios y visiones de una singular diferencia. Por lo tanto el interlocutor debe en primera elegir temas que sean propicios para las edades y madurez de los participantes, En medida ante la diversidad de grados hacia el lenguaje empleado por parte de los escritores. En este caso no equivale a la censura, sino tener una mentalidad y una visión que mida las consecuencias de los participantes. Por ejemplo, ¿Cómo atrevernos a dar lectura a un texto que describa un acto sexual con tintes de pornografía y erotismo desmedido dirigidos a niños de 7 años?, ilógico es imaginar la respuesta de las acciones y conductas de los niños, aún pensar el pensamiento y el juicio de los padres ante tal caso. Sucedería todo lo contrario establecer una lectura de un texto compuesto por infantiles pensamientos y deducciones sobre la sexualidad dirigido hacia estudiantes universitarios, ¿qué sucedería?.
En sí, se debe medir y partir del interés que tienen en común los participantes que integran el círculo de lectura. Manejar la propuesta para invitar a que compartan textos favoritos, siempre tener en mente que no exista la imposición por uno o unos cuantos al elegir los textos, sino todo lo contrario; crear un ambiente donde cada uno tenga la oportunidad de compartir y de ser uno mismo como personas.
Los círculos de lectura son una arma esencial para fortalecer el amor hacia la lectura, que tanto hace falta en nuestra sociedad.
Sobre el autor: Carlos Humberto Quintero Ríos. Lic. en Ciencias de la Educación, Ha publicado en diversas revistas: Universitaria de la UABC, Aquilón; además en periódicos y suplementos culturales de la localidad y la región. Publicó el poemario Entre la crueldad y la pared, versos libres (portafolio editorial, 2007).
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